jueves, 3 de marzo de 2022

Luego la lista del super...

¿Quién soy yo para ti?
¿Qué soy yo para ti?

Preguntas que regresan en un marzo cualquiera después de algunos años. 
Antes, luego de hacerlas retóricamente. 
Entonces comprendí que las preguntas eran para mí.

Desde el juego que sugiere el avanzar y crecer, intenté darles respuestas en mi hacer y sentir.
Sembré experiencias que coseché en otras tantas que me hicieron sentir nuevamente yo.

No sé si es el mes de marzo, mis resistencias o qué demonios, que nuevamente me asaltan estás preguntas.

¿Quién soy yo para ti?
¿Qué soy yo para ti?

Intento darles respuestas, desde mi ser y entraña, desde mi filosofía y lo que entiendo por razón.
Me habito, sin embargo, esas dudas no están satisfechas, me persiguen a lo largo de esta habitación en la que te pienso, ya no como antes y un poco sí, como antes. 
Ya no con el arrebato, que compromete la propia vulnerabilidad. 
No busco que me  des una identidad, quizás sí, estoy desde un suelo que no siento firme, y a la vez sí, desde unos pasos que siguen caminando en momentos confiados, en otros, sin conocer si hay camino.
Si el camino sigue o se convierte en abismo, abismo al que no sé si quiero saltar o quizás es que necesite hacerlo para acabar con esas preguntas que tú y solo tú puedes contestar. No para darme identidad, no para darme felicidad, no para otra cosa si no saber.

¿Quién soy yo para ti?
¿Qué soy yo para ti?
¿Qué papel represento en tu vida?

Mi personaje, desde mi historia, en momentos se siente dichoso y bendecido, en otras un tanto afligido, reprimido. Mi personaje se adapta a tu obra pero también siente y tiene sueños, piensa y tiene deseos, mi personajes mi ser quiere poder crear, dejar volar la imaginación para sorprenderme nuevamente de todo lo que hay afuera, quizás después de ese abismo que he evitado.

Mi ser quiere sentir libremente, repetir cuan importante eres para mi, repetir una y otra vez lo bello que es tu ser, lo lindo que se te ve ese suéter o lo mucho que me fascina ese lunar en tu mejilla casi abajito de tu ojo. Que me late el corazón cuando escucho tu voz o te veo mirarme y compartimos esas miradas, que a veces traduzco como el todo que necesito, no para vivir si no para saber que estoy en donde estás.
Mi personaje, ese de mi historia, quiere poder verte a los ojos libremente sin ocultar todo lo que siente, mi ser dentro de ese personaje se oculta, esconde la mirada, o esa sonrisa boba que surge de esos pequeños momentos de complicidad.

¿Quién soy yo para ti?
¿Qué soy yo para ti?

¿Quién eres tu para mí?
¿Qué eres tu para mi?

Eres la mujer, eres la alegría nublada de tristezas que se hace camino por más enrevesado que esté, vencida y bendecida, resurges con más fuerza cada vez, eres la libertad guardada en una especie de jaula repleta de marañas y sueños por cumplir, un corazón roto que teme sentir, amar. Eres la mujer inteligente, entera, integra, a la que cada día elijo amar.

Eres ese personaje que me da la paz con su sola presencia, me deja ser libre en mi diversión, pero reprime eso que va más allá del gesto de estar. Algo que sugiera algo más, más íntimo, más cercano, los sueños, el futuro, la vida que sigue. Eres ese personaje, al que me encanta ver, con quien anhelo estar, aún y que el momento no sea claro. Eres ese alguien que me recuerda un algo que hoy no comprendo y quizás lo tengo tan asumido que, lo desconozco. Me recuerdas un poco lo que soy, lo que fui quizás antes de aquí. Esa parte divinamente espiritual, esa parte humanamente, llena de sentires, pensares no necesariamente coherentes en muchas de las veces, de esta que soy hoy así, aquí...  con mis locuras y controversias, con mis ganas de cambiar el mundo.

¿Quién soy yo para ti?
¿Qué eres tu para mi?

Me detuve un momento antes de salir, estaba escribiendo mi lista del super y como si fuera nueva, me volvieron a asaltar estas preguntas, y no pude si no escribirlas así, aquí. Ojalá algún día tengan respuestas.
En esto del corazón, el amor y todas esas cosas no hay una respuesta acertada, o concreta, pero si posibilidades para crear... 

Saber si esto es recíproco desde tu muy personal percibir y vivir la vida, creo que sería una guía.
A veces emperifollo, revisto de dramatismo, la idea es hacer lindo el texto, arrebatado y loco, impreciso y que se sienta en la entraña.

Ahora sí, me voy a la tienda...

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