martes, 20 de octubre de 2009

Tiempo de Reflexión

El invierno como que llega, pero de pronto siento que viene solamente de paso, hay días fríos, pero los hay también calurosos...
Las flores, las abejas también confundidas se posan como si fuera primavera...
La naturaleza esta rara, recuerdo aún como decíamos que en alguna ciudad nunca hacía frío y ahora no para de nevar o de pronto que en algún lugar el sol apenas si salía porque las nubes no se lo permitían y ahora la gente de ser blanca su piel se ha teñido de un lindo moreno...
Eso no es normal y no es que la normalidad tenga que ser, es absurdo, nos quejamos de lo que sucede, y ahora si nos damos a la tarea de hacer todo lo posible con tal de mantener un ambiente limpio, por no contaminar o gastar el agua, que esta a punto de terminar... En fin lo intentamos todo a través de campañas publicitarias, concursos y demás, pero... No he visto que nadie, incluso grandes industrias hayan dejado de producir botes de plástico, o que las personas dejen de tirarlos en la calle, o que nuestros autos no contaminen, tampoco he visto que cuidemos el agua, o tengamos sólo un foco prendido, no he visto nada, ningún cambio... pero si veo como se quejan y gritan y se quitan o se ponen la chamarra o la sudadera... pero no hacen nada.
Prefieren ignoarar que trabajar, para rescatar lo poco que queda del ecosistema.
Científicos rescatan animales en peligro de extinción, los cuidan para después dejarlos en su lugar, en la selva, para que puedan reproducirse, en fin tener la vida normal de una especie salvaje... al animal lo sueltan y al poco tiempo lo encuentran muerto, por cazadores?! es alarmante, gente que por "diversión" mata lo poco que queda del gran regalo de Dios... sencillamente matamos lo que nos dan...
Hay un gran hoyo en la atmósfera, queda poca agua potable, las especies mueren, y nosotros nos cruzamos de brazos y repelamos cuando nos enteramos gracias a las noticias... y ahí queda, no hacemos absolutamente NADA!!!
Hay generaciones que vienen abajo, y ¿qué les estamos enseñando?... a tirar la basura por la ventanilla del auto, a golpear a los animales, a desperdiciar el agua... es Alarmante, pero es más alarmante que nos quedemos cruzados de brazos... sólo viendo, siendo testigos de como poco a poco nos quedamos sin planeta, sin hogar.

domingo, 18 de octubre de 2009

Imposible

De pronto te encuentro imposible
tan a fin
tan de mi
que pienso que eres un sueño
Luego de golpe despierto
me recuerdas que es cierto
que vives en mi
que soy de ti
Y me entrego, como siempre
descubriendo algo nuevo
algo simple
algo bello
Te abrazo,no pienso dejarte ir.
Por pensar que eres imposible de existir.

Gracias por vivir en mi
Te amo.

sábado, 17 de octubre de 2009

ESCRITO I

Como es curiosa la vida, no cabe duda de ello, pasa el tiempo y cuando menos te lo imaginas, te detienes en un tramo del camino, y volteas hacía atrás para comparar lo recorrido, contra lo que falta por andar, es entonces cuando piensas que no ha sido tanto, pero tampoco ha sido poco y mucho menos sencillo.
El destino cruza los pasos de mucha gente con los nuestros, en ese espacio de tiempo es tan estrecho y necesario el vinculo, ya sea amistad, ya sea amor, sea cual sea lo que nos une, simplemente nos junta, nos envuelve dejando de lado todo lo demás, pero que difícil se torna la vida cuando de pronto, por azares de la vida, jugarretas de los astros, cambio de planes o bien porque ya estaba escrito, nos separa, divide los caminos y se debe transitar solo por las calles del inmenso y gigantesco mundo que se nos viene abajo cuando nos dejan, olvidamos cuando dejamos, pero como duele cuando se nos deja.
Se nos escapa el valor al advertirnos en soledad, tememos mirar para atrás, tal vez para evitar el dolor, una lágrima, quizás para escapar del recuerdo que aún duele. Dejamos que el tiempo, el espacio y el destino se ocupen de lo nuestro, navegando a la deriva, observamos, nos perdemos, deseamos encontrarnos, reinventarnos, pero el pesar nos lo impide hasta que alguien nos sacude fuerte, nos mueve membranas, nos toca las heridas que cubrimos con una simple curita, la descubre, y en su intento por curarla le pone limón, le agrega sal y nos ofrece un buen tequila para olvidar. Después de esa descarga de alcohol mezclada con la ausencia, la nostalgia y la tristeza, nos permitimos entre mentadas de madre y coraje; que el mar de tristeza encuentre su cauce en el par de lagrimales que comienzan a llorar agua de sal, de amargura, de soledad, de desesperación.
Nos deshacemos, gritamos, cantamos al son de aquella canción que incrementa el dolor, que nos desarma, desgarra, pero nos devuelve el valor, nos da por compararnos, nos da por arrepentirnos de aquello que pudimos y no hicimos.
El tiempo pasa y de aquella parranda queda la resaca, el olvido, el dolor del alma cede o será que le prestamos más atención al de la cabeza que nos mata, no tanto como el desamor. La jaqueca se quita con un analgésico, el dolor del corazón ni con un diclofenaco y un par de naproxeno.
Reconsideramos, analizamos. Cuando pasan los días, nos damos cuenta que aún sale el sol por las mañanas y el vecino pasea a su perro, las noticias continúan dando malas noticias, en fin que el mundo sigue, nada se detiene, nada se acaba.
Maduramos la idea, olvidamos el rencor y pensamos “no fue tan malo, hubieron momentos bellos”. Es cuando tomamos valor, sin necesidad del alcohol y página por página leemos y repasamos el libro de aquél ya viejo pero a la vez reciente amor.
Nos da por buscar a los antiguos amigos, aquellos que nunca olvidamos pero pareciera que sí, es que cuando se está con quien se ama, uno tiende a olvidarse de lo demás. La sorpresa llega cuando nos enteramos que ya no están en la ciudad, que viven felices, o que están deprimidos, pero normalmente sucede lo primero. Se establecieron, rentaron un departamento y compraron un perro y ya no es nada fácil poder sonsacarlos, te limitas a invitarles un café o platicar por el mensajero, ponerte al tanto de sus vidas.
Envidiamos esa suerte, querríamos que las cosas fueran así de sencillas, de pronto también pasado un tiempo de aquél triste final, nos da a algunos la enfermedad por buscar de nuevo a quien nos dejo o dejamos. Tristemente nos damos cuenta que también su vida siguió, que encontró por ahí a un alma a quien amar y quien le ame. Agachamos la cabeza pensando que fue una tontería haber regresado a tocar la misma puerta. Es entonces, cuando salimos y ahora si vemos al mundo como es, nos percatamos de aquella sonrisa, aquella que ignoramos por revolcarnos en nuestro dolor, correspondemos la sonrisa, luego el saludo y terminamos platicando, así comenzamos de nuevo el ciclo del amor.
La vida no es una casualidad, pasan los meses y recordamos aquél pasado, le sonreímos y seguimos el camino tomados de la mano de quien nos sonrío justo cuando cerramos el último capítulo de aquella historia de amor.