martes, 26 de abril de 2022

Lágrimas sin correr

Tengo un diluvio de lágrimas sin llorar.

Un corazón a medias que dice tu nombre entre la penumbra.

Una voz que dice ya no vuelvas y otra que te extraña a rabiar.

Tengo el deseo que todo hubiera pasado y que esto fuera tan fuerte para continuar.


Tengo lágrimas sin correr.

Un suspiro sin suspirar.

Una ilusión, que fue sólo eso, una ilusión.


Al menos se acabó la incertidumbre, la interminable incertidumbre que cada día me decía, hoy puede que sí.

Esperaré que las lágrimas decidan ser lloradas.

Que un día este corazón te deje de extrañar.


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