Es un espacio para que el alma grite, cante, sueñe, simplemente se deje ser...
martes, 15 de noviembre de 2011
Navegaba tranquila por los mares de la memoria
cuando a mi mente regresó su recuerdo...
Sus rostros me inhundaron
él llenandome de paz
y ella de contradicción.
A mi velero, lo mecía
de pronto tranquila
de pronto violenta
el agua del recuerdo
de su recuerdo.
De él su gesto siempre serio
pero nunca ausente
siempre presente
y de ella su altivez, la elegancia de la diva
que nunca sabe dónde está.
De pequeña los miraba
a él con respeto, más veces con miedo
a ella dulce otras, recia.
El otoño les llegó
cuando mi primavera apenas comenzaba
y, los miraba y, los quería.
Eran ellos, los abuelos.
Él siempre presente
pensando en sus libros, en su familia
en su mujer.
Ella siempre ausente de la presencia de el
y una parte de sus tantos hijos, unos cuantos nietos
y par los que restamos, siempre amor y siempre apoyo.
Eran el agua y el aceite
reunidos en un mismo recipiente
¿Por amor o por cansancio?
Él la franqueza transparente
que cuando duel es consuelo.
Ella el misterio, el presente y el futuro
sin pasado, sin historia...
(nunca habló de su historia)
La guerra
La paz
Siempre al borde
siempre pendiendo de un hilo
Él amor, ella la pasión
Ambos fantasía
Juntos dinamita
odio y amor
el agua y el aceite hiriviendo
en la sartén.
Agua y aceite hasta la muerte.
Se calmaron las aguas de los mares de mis recuerdos
Mi velero llegó al muelle del presente
Dejé en paz a mis abuelos...
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